Por Mercedes Sánchez
¿Qué es la Ansiedad Generalizada?
Todas las personas podemos experimentar ansiedad o preocupación de vez en cuando, su objetivo es movilizarnos ante situaciones amenazantes o preocupantes, con el fin de que pongamos en marcha estrategias necesarias para evitar el riesgo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente. Es a lo que llamamos ansiedad adaptativa, necesaria para nuestra supervivencia.
Cuando la preocupación es excesiva y recurrente sobre cualquier cosa o acontecimiento de la vida cotidiana, hablamos de un Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).
Las personas con ansiedad generalizada imaginan multitud de problemas que podrían venirles a ellas y a sus familias. Los motivos de preocupación más habituales se refieren al ámbito laboral, al económico y a la salud. Tienen poca tolerancia a la incertidumbre, cualquier situación nueva o incierta la vivirán con gran ansiedad.
Anticipan los sucesos cotidianos como amenazantes o peligrosos, sin tener evidencias para esa valoración; suelen pensar que preocuparse en exceso puede disminuir la probabilidad de que ocurra el suceso, o que preocuparse en exceso puede proteger contra las emociones negativas futuras.
Las personas que sufren ansiedad generalizada no siempre reconocen que sus preocupaciones son excesivas, pero sí manifiestan gran dificultad en controlarlas.
Esta patología tiene una elevada comorbilidad con el trastorno depresivo y con otros cuadros de ansiedad, asimismo tiene una relación muy directa con el consumo de sustancias, sobre todo con el abuso de alcohol.
El TAG se desarrolla lentamente, con frecuencia comienza en la niñez o adolescencia, pero también puede comenzar en la edad adulta, y es más común en las mujeres que en los hombres.
Las personas que tienen familiares con TAG tienen más riesgo de desarrollarlo. También el haber experimentado situaciones traumáticas en la infancia, ciertos rasgos de personalidad, vivir continuamente situaciones estresantes, son factores que pueden contribuir a que una persona sea más propensa a desarrollar este trastorno.
¿Cuál son los síntomas más comunes?
Las personas con este problema tienen una preocupación excesiva y persistente, pero no es el único síntoma que presentan.
Son muy dispares y complicados los síntomas que sufren: temblores, tensión muscular, dolores de cabeza, molestias gastrointestinales, fatiga, dificultad para conciliar o mantener el sueño, falta de aire, sudor, sensación de asfixia, náuseas, diarrea, tensión continua, dificultad para concentrarse, dificultad para relajarse, irritabilidad, sensación de estar al límite, quedarse con la mente en blanco...
Las personas con ansiedad generalizada no suelen acudir a terapia, piensan que son así y no pueden cambiar. Se han acostumbrado tanto a estar preocupados que no contemplan la posibilidad de que sea de otra forma. Sin embargo el tratamiento psicológico para estos casos es muy efectivo.
¿Cómo superarlo?
El tratamiento irá enfocado a:
-Entender cuándo y en qué momento aprendió la persona a estár en constante alerta.
-Enseñar técnicas de respiración y relajación para controlar las señales de ansiedad, así como habilidades sociales para mejorar el afrontamiento del estrés o situaciones difíciles.
-Ayudar a comprender qué situaciones activan la respuesta de ansiedad y por qué se responde de esa manera.
-Desensibilizar y reprocesar los recuerdos traumáticos.
-Trabajar con la ventana de tolerancia emocional.
-Aprender a sustituir los pensamientos negativos por otros más positivos y realistas.
-Aumentar la confianza y la autoestima.
Autor: Mercedes Sánchez Rodríguez
Psicóloga y Psicoterapeuta de MenteIntegra
Miembro del equipo del Instituto de Psicología Integrador MenteIntegra
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