QUÉ ES LA PSICOTERAPIA: UN PACIENTE NOS LO CUENTA

Por Rocío Pescador

El propósito de este artículo no es otro que aclarar y desmitificar lo que significa “ir al psicólogo”, ya que aún a día de hoy muchas personas piensan que acudir a una terapia es sinónimo de “locura”. Quien acude a un fisioterapeuta no significa que esté gravemente enfermo, sino que quiere recuperarse de una lesión que puede partir desde la más simple contractura hasta por ejemplo, una rotura ósea ¿Por qué no ver pues a aquel que acude al  psicólogo como símbolo de salud mental, bienestar… de  la misma manera que lo vemos con quien va a hacerse un masaje en su espalda? Tengo que reconocer que para mí es muy frustrante escuchar en una amigable conversación “yo no creo en los Psicólogos”, ¡como si la Psicología fuese un acto de fe!; ¡señoras y señores la Psicología es una ciencia! Y constatada científicamente, donde existen numerosas investigaciones y avances tal cual surge en la medicina, es más es una rama de la medicina. Pero… ¿los psicólogos también se frustran? sí, también somos personas y por tanto tenemos emociones, y también hacemos nuestras terapias para tener una mejor salud mental y poder ayudar mejor a los demás, ¿acaso no es esto de ser responsables con nuestro trabajo?

¿Qué es por tanto la Psicoterapia?

El término Psicoterapia, se aplica a los métodos psicológicos utilizados en el tratamiento de síntomas, enfermedades o alteraciones mentales. A diferencia de la ayuda ofrecida en  una conversación bien intencionada, se caracteriza por poseer un fundamento teórico sobre la naturaleza mental y sus trastornos, y por seguir en su aplicación práctica un procedimiento o técnica. La actividad humana requiere del funcionamiento de estructuras mentales, cuyo desarrollo ha sido moldeado por las experiencias vividas tanto en el mundo interno como en el externo. La interacción terapéutica persigue la modificación de esas estructuras haciéndolas más flexibles, más coherentes con la realidad externa y más congruentes entre sí. Para ello, el Psicólogo realiza un trabajo de exploración con el propósito de entender cuál es la raíz del problema que está provocando un malestar en la persona, para posteriormente acordar unos objetivos con el paciente e intervenir en la problemática en cuestión.

Es importante tener en cuenta que una terapia se basa en un trabajo en equipo, en el que están implicados tanto el terapeuta como el paciente de una manera activa, ya que sino no sería posible cualquier tipo de cambio, pues es la persona quien tiene que realizar su propio proceso sirviéndose del terapeuta como guía para sanar. Es por ello que tenemos que  entender que es muy complicado establecer para la terapia un tiempo de duración, ya que va a depender de cada uno, de sus circunstancias, su momento vital,  de su sintomatología, conflicto o patología, y de cuánto signifique para la persona y perjudique en  su día a día.

Con el objetivo de acercarnos y familiarizarnos más con la terapia psicológica y enterrar todos los mitos, no se me ha ocurrido mejor idea que dejarme de tecnicismos que para eso ya están los manuales y compartir con todos vosotros las palabras de una persona la cual me dio absoluto consentimiento para plasmarlas aquí.

Un paciente nos relata en qué consiste un tratamiento psicológico

¿Por qué tengo que ir a un psicólogo, si no estoy loca? Esta es la idea inicial que se tiene de la gente que acude a terapia. Por desgracia esta creencia retrógrada aún continúa en nuestros días, aunque por fortuna poco a poco va cambiando.

Yo conocí a Rocío Pescador a través de una amiga mía, que iba a terapia con ella. Mi amiga me contaba sus sesiones y a mí me parecían muy interesantes, sobre todo porque yo soy licenciada en psicología y las técnicas de las que me hablaba mi amiga no las conocía. Pero lo mejor de todo es que realmente funcionaba, porque notaba en mi amiga un gran cambio de actitud frente a la vida.

Yo, como todo el mundo, tengo y he tenido mis problemas, los cuales he afrontado y sobrellevado como buenamente he podido, simplemente he sobrevivido, pero aun así, había algo dentro de mí que no me gustaba, que quería cambiar. Entonces tuve un bache importante en una etapa de mi vida, algo que me impedía seguir adelante. Fue cuando decidí actuar, decidí empezar terapia.

Cuando fui el primer día, iba muy abierta de mente, en primer lugar porque había visto la gran ayuda que estaba recibiendo mi amiga, y en segundo lugar porque necesitaba imperiosamente cambiar mi situación emocional. Iba dispuesta a sacar todo lo que yo pensaba que me hacía daño. Cuando empiezas, te haces una idea de tu problema central, ese que crees que es el causante de todos tus males. Pero a lo largo de la terapia salen muchas cosas, cosas que creías ya superadas o que no imaginabas que te pudieran afectar tanto.

Durante la terapia he pasado por muchas fases: ir con ilusión, tener ganas de hablar, de contarlo todo, salir contenta de la sesión… pero también por la fase de pensar que ya lo tienes todo integrado, de no querer ir más, de tener pereza de hablar, de llorar… mucho. Pero, a pesar de estos altibajos, solo puedo tener buenas palabras sobre mi terapia. Sí, hay que trabajar, hay que ser valiente y enfrentarse a los miedos que cada uno tiene, pero ¡¡MERECE TANTO LA PENA!! Para mí ha supuesto un cambio tan grande en mi vida, que me gustaría poder transmitir estas buenas sensaciones a todo aquel que se vea en un agujero.

Todos somos capaces de superar cualquier problema que tengamos, absolutamente todos. Simplemente hay que creer en uno mismo, y hay que dejar que te den las herramientas que te faltan. Todo lo demás lo hará de forma sorprendente tu cerebro. Yo siempre digo: CREER ES CREAR. Pues bien, CREE en que puedes cambiar las cosas, CREE y confía en que te pueden ayudar, y CREE en ti mismo, para poder CREAR tu nueva vida.

Yo he recomendado a mi psicóloga a muchísima gente, y cuatro de mis mejores amigos (chicos y chicas) están actualmente acudiendo a terapia. Ya se nota el cambio. Les veo mejorar, les veo pasar por fases similares a las mías, y sobre todo les veo ser más felices. Cambian ellos y hacen cambiar su entorno, como me pasó a mí. Siempre recomiendo no tener que llegar a ese agujero para ir al psicólogo, no esperar a tocar fondo y buscar ayuda antes.

Simplemente quiero animar a aquellas personas indecisas a conocer a Rocío P., el resto os lo va a transmitir ella, porque es una profesional de los pies a la cabeza, tiene una gran formación y aún continúa actualizándose cada día, además de ese don tan especial que tiene para las personas. Esta no es una profesión fácil, es complicado conectar con los pacientes de la manera en la que lo hace ella. Por eso animo a todos aquellos con algún miedo, inquietud, problema gordísimo, o circunstancia particular en su vida, a que den el primer pasito, que es el más difícil. El resto, lo veréis vosotros mismos.

Mi más sincero agradecimiento B.D.L.F.M., por tus palabras,  por permitirme compartir con todos tu relato y sobre todo, por animar a todos aquellos a sanar…

 

Autor: Rocío Pescador García
Psicóloga y Psicoterapeuta de MenteIntegra
Directora y Fundadora del Instituto de Psicología Integrador MenteIntegra

 

Sin comentarios

Añadir un comentario