Por Mercedes Sánchez
Muchos de nosotros hemos escuchado en alguna ocasión comentarios acerca de las personas adictas a las drogas, en términos de “No lo dejan porque no quieren, es un vicio, lo que les pasa se lo han buscado”.... Si conocemos porqué algunas personas desarrollan adicciones a las drogas, entenderemos que la rehabilitación de la adicción tiene que ver con otras muchas cosas más allá de la voluntad del adicto.
¿Qué es la adicción a las drogas?
La adicción a las drogas es una enfermedad crónica que afecta al cerebro, y se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de las consecuencias negativas que produce en la salud, en la vida familiar, social y laboral del adicto.
Cuando una persona por primera vez consume una droga y experimenta los efectos de la sustancia puede decidir no volver a hacerlo o seguir consumiendo. Esta decisión va a depender en gran medida de factores familiares, emocionales, intelectuales y / o educativos.
Si el consumo de las sustancias se va repitiendo, se van generando cambios en la regulación cerebral que contribuyen a mantener la conducta adictiva. Estos cambios afectan a zonas del cerebro relacionadas con la percepción de la recompensa, la motivación, la toma de decisiones y la impulsividad.
Las drogas atacan el sistema de recompensa del cerebro inundando el circuito con dopamina, que es un neurotransmisor que se encuentra en regiones del cerebro que regulan el movimiento, las emociones, la cognición, la motivación y los sentimientos de placer. Cada vez que este circuito de gratificación se activa, el cerebro nota que algo importante está pasando y lo va a recordar, enseñando que debemos repetirlo una y otra vez, sin pensarlo.
El abuso de las drogas puede provocar que se libere de dos a diez veces la cantidad de dopamina que la liberada por las recompensas natuales. El efecto de una recompensa tan poderosa motiva fuertemente a las personas a consumir drogas repetidamente. El cerebro se ajusta a los niveles elevados de dopamina produciendo menos dopamina de forma normal.
La persona debe consumir cantidades mayores de la sustancia para obtener los mismos efectos. Es lo que denominamos aumento de la tolerancia. Muchas personas al incrementar la cantidad de droga utilizada para conseguir los mismos efectos placenteros llegan a tomar más de lo que puede tolerar su cuerpo produciéndose una sobredosis, que puede provocar la muerte. De lo contrario si hay una interrupción repentina del consumo se produce el síndrome de abstinencia desarrollándose diferentes reacciones físicas y psicológicas (temblores, sudoración excesiva, vómitos ,dolor muscular, psicosis, pánico…).
Factores de riesgo que influyen en el inicio del consumo
Factores familiares: ambientes familiares con un estilo de crianza demasiado rígido o permisivo, un clima familiar donde prevalecen los conflictos, consumo de sustancias por parte de alguno de los padres...
Factores Individuales: baja tolerancia a la frustración, falta de asertividad, dificultad para gestionar las propias emociones, baja autoestima, eventos traumáticos en la infancia, ausencia o distorsión en la percepción de riesgo y las falsas creencias sobre los efectos del consumo de drogas. Personas con problemas de salud mental son más propensos a utilizar drogas, algunos de los trastornos más comunes son la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno de déficit de atención/hiperactividad, trastorno de ansiedad, trastorno depresivo, trastorno de estrés postraumático.
Factores sociales: el lugar de residencia, los barrios marginales son más propensos a iniciarse en el consumo de droga. También las personas de clase social alta por su alto nivel adquisitivo son una población de riesgo. El grupo de iguales, si el entorno que le rodea consume drogas puede incitar a iniciar el consumo, como forma de sentirse integrado o aceptado en el grupo.
Consecuencias de la adicción
El adicto desarrolla una preocupación recurrente acerca de cómo conseguir la sustancia, de manera que esto se convierte en una obsesión, perdiendo el control de los pensamientos, sentimientos y comportamientos; comienza a sentir ansiedad, irritabilidad cuando no puede consumir y sus intereses van cambiando dejando actividades que antes producían satisfacción.
Problemas de salud: problemas cardiovasculares, respiratorios, cirrosis, debilitamiento del sistema inmunológico, daños cerebrales, daños psicológicos.
Cambios en el sueño: algunos sufren insomnio o duermen más de lo debido, y también cambios en la alimentación perdiendo el apetito o por el contrario ganando peso de forma rápida.
Problemas en las relaciones personales: en el ámbito laboral, en el escolar y /o a veces legales.
Muerte: el consumo de drogas puede producir la muerte.
Tratamiento de la adicción a sustancias
Las drogas producen cambios en el cerebro que hacen que las personas adictas sigan consumiendo a pesar de ser conscientes que esto les está arruinando la vida.
Las alteraciones cerebrales producidas por las drogas son causantes de que la persona adicta sea incapaz de dejar de consumir drogas, por tanto dejar de consumir drogas no se consigue solo con la firme intención o la firme decisión de hacerlo, es necesario ponerse en manos de profesionales para realizar un tratamiento adecuado; aprendiendo a distinguir las situaciones que llevan al consumo y desarrollando estrategias eficaces para evitarlas, así como estrategias de afrontamiento emocional y de conflictos, realizando cambios positivos en el estilo de vida que ayuden al adicto a tener el control de su vida.
Autor: Mercedes Sánchez Rodríguez
Psicóloga y Psicoterapeuta de MenteIntegra
Miembro del equipo del Instituto de Psicología Integrador MenteIntegra
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